Rennes-le-Château
Historias, secretos y leyendas de Rennes-le-Château
Es una divertida historia que le da a Rennes-le-Château esta extraña fuerza de atracción y que lo hace tan interesante. Hace poco más de un siglo, sucedían cosas bastante extrañas en este pueblo olvidado por el mundo.
Porque no es solo desde la publicación de la famosa novela de Dan Brown “El Código Da Vinci” (siempre con alusiones codificadas a Rennes-le-Château… nunca cita directamente el lugar) que miles de personas van a Rennes-le-Château.
El enigma del abad
El padre Béranger Saunière, que se hizo cargo de la capellanía de este pobre pueblo en 1885, habría descubierto en un pilar de la iglesia un pergamino cuya revelación, se dice, podría alterar el orden del mundo. Para silenciar al sacerdote, el Vaticano supuestamente lo habría subornado con mucho dinero. Una de las teorías y otras fábulas cuentan que habría encontrado un tesoro. El tesoro de los templarios, de los cátaros, o incluso el Arca de la Alianza del templo de Jerusalén. ¿O era solo un impostor que recaudaba grandes sumas de dinero de los fieles para las misas funerarias? Pero una cosa es cierta: el abad tenía una enorme cantidad de dinero y dónde lo encontró sigue siendo un misterio. A su muerte en 1917, se llevó este secreto a su tumba.
El misterio persiste.
Desde entonces, Rennes-le-Château es la destinación de los amantes de los misterios.
La notoriedad del pueblo empezó a principios de los años cincuenta, cuando un comerciante que tenía un hotel y un restaurante en el pueblo hizo correr el rumor de que el descubrimiento del abad valía millones, con el fin de atraer a los clientes. Dijo que vio cajas llenas de lingotes de oro en el pueblo y se produjo una fiebre del oro.
Si la búsqueda del oro se ha agotado, la afluencia de visitantes a Rennes-le-Château se ha mantenido … ¡y también el misterio!
Un extraño dominio...
En la actualidad, se puede visitar el suntuoso dominio que el abad había construido: la “Villa Bethania”, el presbiterio hoy transformado en museo, el jardín, la torre almenada de Magdala con su biblioteca, el camino cubierto, el naranjal … Y por supuesto, la extraña iglesia cercana.
¡Es un lugar un poco espeluznante, donde una estatua del demonio Asmodeus le da la bienvenida!
El pueblo cuenta con varias librerías y tiendas de souvenirs donde se pueden encontrar y comprar todo tipo de cosas, libros, objetos más o menos esotéricos.
La historia de Rennes-le-Château empezó hace más de un milenio. Pero está lejos de estar terminada…
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¿Cómo se llega?
Con el coche
Para llegar a Rennes le Chateau, conduzca una hora hacia el sur por la D118 desde Carcassonne. En su camino, Limoux, la capital de Blanquette.