La visita del Palais Neuf, habilitado entre los siglos XIV y XIX, permite descubrir antiguos apartamentos de los arzobispos y muy ricas colecciones de arte. A lo largo del recorrido: una colección remarcable de loza, pinturas, mobiliario y una importante sección de pinturas orientalistas. Los espacios y sus decorados merecen ellos solos el rodeo: techos pintados de la gran sala de las Audiencias, de la habitación del rey y la gran galería, o aún el comedor de los arzobispos.