Fortalezas reales del Languedoc y Sitios País Cátaro

Dominando las crestas de las Corbières y de la Montagne Noire, las fortalezas reales del Languedoc cuentan una historia singular: la consolidación del poder real tras la Cruzada contra los albigenses. De Carcasona a Montségur, pasando por Peyrepertuse, Quéribus o Termes, estos espectaculares sitios impresionan por su arquitectura defensiva y la belleza de los paisajes que dominan. Un patrimonio excepcional en candidatura para la UNESCO.

Las fortalezas reales del Languedoc candidatas a la UNESCO

Surgidas del poder real en el siglo XIII, las ocho fortalezas del Languedoc – Carcasona, Peyrepertuse, Quéribus, Aguilar, Termes, Puilaurens, Lastours y Montségur – encarnan un modelo único de arquitectura militar. Centinelas del reino de Francia, narran un capítulo fundamental de nuestra historia. Hoy, se unen en un proyecto colectivo para una candidatura a la UNESCO, impulsada por los territorios.

Les châteaux de Lastours gardent la vallée ©Vincent Photographie, ADT de l'Aude

Además de las fortalezas reales del Languedoc, los “Sitios del País Cátaro” son símbolos, testigos, lugares de memoria y de vida, vestigios fascinantes con destinos entrelazados, marcados por valores de resistencia, tolerancia, conquista o rebelión. Todos estos sitios moldean un paisaje auténtico que da al Aude todo su carácter…

Fortalezas y castillos

Desde lo alto de su espolón rocoso, las fortalezas dominan un vasto relieve accidentado que se extiende desde las Corbières hasta los Pirineos.

Visite du Château de Puilaurens ©Vincent Photographie
Visite du Château de Saissac ©Vincent Photographie

Algunos las llaman (erróneamente) “Castillos Cátaros”, otros prefieren el nombre de “Ciudadelas del vértigo” (Michel Roquebert). Como centinelas suspendidas entre el cielo y la tierra, las fortalezas y castillos siguen desafiando al tiempo y al horizonte…

Abadías y ciudades medievales

Anidadas en los valles verdes del Aude, las abadías medievales completan este paisaje ondulado de hondonadas y colinas.

Los caminos se pierden y se desvanecen en vastos espacios infinitos, como en el macizo de Fontfroide. Otros, como en Lagrasse, desembocan en el corazón de pequeñas ciudades medievales, donde, al doblar una callejuela, emergen un lavadero, un campanario o un mercado cubierto que antaño bullía de vida…

Découverte de l'Abbaye d'Alet Les Bains ©Vincent Photographie